jueves, 22 de septiembre de 2011

La totalidad de un instante

Abracadabra, pata de cabra... Nada en esta mano. "Es que no soplé, mamá". La mamá -impresionante actriz- la miró con cara de Debe haber sido eso, probemos de nuevo. Abracadabra, pata de cabra, dedos inquietos y soplidos no pudieron menos que hacer aparecer en la otra mano... Un chupetín rosa. Los ojos incrédulos brillaron de fascinación y alegría y un minuto más tarde la pequeña andaba por la casa grande saboreando su chupetín y su mamá con cualquier otro quehacer. Y el silencio del pasillo se quiebra a la distancia:
_Mamá
_¿Qué pasa, hijita?
_A mí me gusta el chupetín rosa.
_Ya lo sé, hija...

... Por eso te lo regalo.